Hace unos días, estaba dándole vueltas a como abordar esta introducción y mi hijo me pregunto: ¿mamá, que haces? Y yo le conteste que tenía que participar en la presentación de un libro y que como era la primera vez estaba un poco nerviosa. Y me dijo, pues no lo entiendo mama. Mira ,cuando haces algo por primera vez tienes que experimentarlo, tú no sabes si te va gustar, si va a ser un rollo, si va a ser divertido… tú lo haces y luego si no te gusta no lo vuelves a hacer y ya está.
Por supuesto como buena adulta que soy me es difícil seguir su consejo.
Pero de pronto pensé que cuando uno se embarca en la aventura de leer lo hace con una actitud parecida a la que tienen los niños ante la vida. Los libros llegan a nuestras manos porque nos lo han recomendado, o poqrue nos llama la atención la portada o porque repetimos autor… pero al final nos sumergimos en su lectura para experimentar. Si el libro nos atrapa, aunque muchas veces partamos con una idea preconcebida, logramos desprendernos de ella, romper esa barrera que, no tiene los niños y nos permitimos el lujo de poder experimentar sin más.
"... en primer lugar quiero decir que leyendo este Cuaderno del delirio me he sentido como Ulises leyendo la Odisea según Penélope. He descubierto mi propio delirio, pero desde el otro lado...
...la poesía de Elvira nos habla de la pérdida, ese robo, que es el tiempo para ella; el tiempo, ladrón que se lleva sus años, sus amores, sus pasiones, sus hombres, sus olores a hombre. A partir de ahí, ¿qué le queda?: el sentimiento de pérdida, un estado catatónico, un delirio...
... el amor en Elvira deja a los amantes en un delirio, en una enfermedad. Pero se queda en los objetos por donde ha pasado, acrecentando la melancolía, la añoranza..."
En fin, un lujo de tarde en este inhóspito Madrid de gentes engrisecidas...
"...vi entonces tus zapatos, pedestales vacíos
donde ayer -todavía siendo mío-
te erguias orgulloso.
Escuché claramente el clamor de mi sangre
golpeando mi herido corazón como un tambor,
y supe con dolor que estaba viva.
Tus zapatos usados fueron tu despedida,
ya sin cuerpo, nuestro amor derrotado.
Ellos eran tu última palabra,
la muda y elocuente señal de tu abandono.
El vacío trepó por las paredes,
como un súbito moho,
royendo los visillos,
la alegría de nuestras risas juntas,
y se fugó la luz como tu sombra.
Así llegó la noche, lentamente,
y comenzó la muerte que no acaba."
(Fragmento del poema "Despedida")
(Fotografías de Margarita Arias)
Si todos los recitales de Elvira son momentos mágicos y emocionantes, el de ayer lo fue de modo especial. Los poemas del "Cuaderno del delirio" son impresionantes, y escucharlos en esa especie de útero revestido de viejos ladrillos de la cava de Fuentetaja, con la voz templada y precisa de Elvira, hace que a uno se le enciendan dentro ecos de largo recorrido.
ResponderEliminarEnhorabuena a todos! Espero tener el placer de conocer a Elvira a finales de mayo en Valencia.
ResponderEliminarFue una delicia. Elvira es así...
ResponderEliminarServidora estuvo allí. Y ahora que el recuerdo abre paréntesis y añade tildes reconozco que, gracias al arrojo de My Lady y a sus dos espadas, la velada, el evento, la corrida, como acostumbra Jesulín a matizar, podría definirse en dos palabras: Espec tacular. La juvenil Daudet sobrepasa cualquier adjetivo. Y no es por nada, quillos, pero el mundo está hoy más que nunca dividido; los que tienen el privilegio de conocer a My Lady y los que no. Si perteneces al segundo grupo, corres el riesgo de no ser enteramente feliz. Abrazos y besos según para quien.
ResponderEliminar